Es muy importante mantener siempre un órden cuando de alimentación se trata. Y así como dividimos nuestas ingestas en desayuno, almuerzo, merienda, cena y las colaciones, para mantener ese órden, lo mismo debemos hacer a la hora de comprar.
La famosa “lista de la compra”, es nuestra aliada indiscutida. Lo ideal es tener un anotador en la cocina y a medida que vemos que algo está por terminarse, lo anotamos en nuestra lista.
De más está decir que el común de la gente NO sabe comprar, hacen compras exageradas, de productos que son almacenados “por si lo necesitamos más adelante”…esa costumbre post Guerra, se nos quedó arraigada de nuestros abuelos y hasta bisabuelos, y ya no es necesario en nuestros días, tener una alacena rebosante de productos que no sabemos cuando vamos a consumir.
La mayoría de los expertos en economía doméstica, concluyen en que la compra semanal, es la mejor opción. Pero si no hay tiempo, y se hace una compra quincenal o mensual, siempre manteniendo un orden, está bien.
Lo primero que tenemos que ver es que tipo de compra hago. Si es una compra de emergecia, para adquirir uno o dos productos determinados, o si es la compra semanal. (o mensual)
Si vamos al supermercado con una lista estricta, y la cumplimos a rajatabla sin tentarnos, es posible que no debamos luego hacer compras de emergencia, y por consiguiente comprar mal, caro y de apuro.
Ahora bien, que incluímos en la lista?
Frutas y verduras de estación, yo aconsejo comprar en las verdulerías, donde el verdulero nos atiende y tenemos la posibilidad de tener un trato personal con quien nos vende el producto. Sabemos realmente cuando una fruta o verdura está en su punto justo? Algunos lo sabemos, pero siempre es mejor ir a un lugar de confianza, donde con el tiempo veremos que no solo es más barato, sino que la calidad es superior.
Carne, pescado, lo mismo que las frutas y verduras…ir a la carnicería o pescadería del barrio. Consultar si la carne o pescado estuvieron congelados. Este tipo de respuestas JAMÁS las vas a obtener en un supermercado, a menos que te pase como a mí, que en un muy conocido supermercado, vi como ponían en la heladera, carne congelada, sin ningún cartel que avisara que había sido precongelada…por que digo esto? Porque si vas y comprás sin saber que esa carne ya se congeló previamente, y la volvés a congelar en tu casa porque comprás para “tener”…estás simplemente intoxicando a tu familia. Entonces, carnes, pescados…no en el super.
No abusar de los alimentos preparados, como ser: salsas, sopas, etc. No son Buenos para la salud, y son mucho más costosos que los caseros.
Buscar las ofertas, pero solo si el producto que buscamos forma parte de esa oferta, si no es así, no compremos “por si acaso”, no te preocupes, porque las ofertas se renuevan periódicamente.
Hacer un menú semanal, nos ayuda a organizar que necesitaremos cargar en nuestro carrito de supermercado. Considerar todas las comidas del día, ver que comeremos, anotarlo y comprar solo eso.
Una pauta importante a la hora de ir al supermercado, es tratar de ir solas /solos, sin familia ni hijos que distraigan o se tienten en comprar fuera de la lista.
NO ir con hambre, ya que eso nos hará pensar con la pancita y no con la cabeza. Comer un rato antes de ir de compras.
Fijarse siempre la fecha de vencimiento de todos los productos que compremos. Leer las etiquetas de los alimentos, éste es un hábito que debemos adquirir, y que con Diego nos proponemos enseñarles. La etiqueta nos dice todo ( o casi todo) lo que necesitamos saber. Si tenemos dudas…no compremos.
